lunes, 26 de septiembre de 2011

Semana nueva, vida nueva

Como podéis comprobar no he muerto ni nada por el estilo, ya estoy de vuelta por este mundo. He pasado un mes de septiembre distinto y único (espero y deseo con todas mis fuerzas no tener otro igual nunca). Para empezar bien el mes, el día 2 me examiné de Historia de 2º de bachillerato que me había quedado pendiente y aprobé (y menos mal sino más de una persona de mi familia y amigos me hubiera matado a pellizcos). Pero aun no podía cantar victoria ya que en dos semanas me examinaba de la temida y horrible selectividad que tanto tanto para nada... 3 años de mi vida con el miedo de cuando llegará ese momento pá nah! Son más los nervios que acumulas (claro, 3 años de acumulación dan para mucho), que de esto iba bien servidica, que luego los exámenes en si. Pasa la semana del horror y con un alivio increíble me desfogo jugando con las chicas Delu a lo que más nos gusta que es el baloncesto. Y el viernes a celebrar... que celebrabamos? no se pero había que emborracharse y así lo hicimos con una cena de equipo como dios (o quien sea) manda.

Y con toda la impaciencia que me caracteriza esperé a las notas de los exámenes que por suerte aprobé. Con sorpresas y decepciones en las notas me alegre mucho y como la nota me daba d sobra para lo que quería hacer no me moleste en reclamar, no me apetecía darle más vueltas a la selectividad del horror. Y fin! A partir de ahí el mes de septiembre cambio de color... felicidad, aire fresco y caminito a mi lugar favorito en el mundo. 4 días con mi tata, su perrete nórdico que toma el sol y mi tío político al que adoro.
Y bueno, no puedo dejar de nombrar a una pieza muy importante para mi y mi familia que el miércoles de la semana pasada nos dejó. Gina, la perrita de mis abuelos se fue, todo pasó muy rápido y creo que aún no me he hecho a la idea de que ya no está. Pero lo que si que se es que ahora estará con su hermano Pegote y que los dos cuidaran de todos nosotros. Nunca podré olvidar los años que ella ha estado con nosotros... la quiero, la queremos mucho.
Y después de todo esto llegó el gran cambio de mi vida, una etapa nueva de la que depende mi futuro. Hoy he comenzado la carrera de psicología con mucha ilusión y muchas ganas de aprender y de estudiar por fin lo que me gusta. Espero no salir loca de esta (como dice mi tata) y ser dentro de 4 años una buena psicóloga y poder trabajar donde me gusta.
Bueno, poco más tengo que contar, vuelta al cole, a los entrenamientos, a los findes de relax, de fiesta, de partidos, de viajes para ver a mi Cookie, de viajes en general y, espero, que de felicidad!

domingo, 4 de septiembre de 2011

Gracias, no se a quien pero gracias.

Elvis
Hoy es un gran día, un día muy especial que llevo esperando 3 años: he tenido "noticias" de mi Elvis.
¿Quién es Elvis? Elvis es mi perro, el primer perro que he tenido y el mejor del mundo. Lo cogimos de la perrera, cuando lo ví, ví a un perro precioso, cariñoso y con mucha energía, y sentí que teníamos que estar juntos. Solo lo tuvimos un año, pero fue un año en que me dio vida, alegrías, quebraderos de cabeza por su gran miedo a quedarse solo, compañía, momentos de complicidad, de enseñarle y de que el me enseñara, juegos en el parque y en casa, siestas interminables, recibimientos increíbles al llegar a casa... y podría seguir diciendo mil cosas más. Fue mi mejor amigo durante un año, un amigo fiel e inseparable... o eso pensaba yo, que íbamos a ser inseparables pero no. Llegó un día en el que me obligaron a devolverlo a la perrera, un día horrible que recordaré el resto de mi vida y que por desgracia él también lo recordará siempre. Creo que nunca he llorado tanto como aquel día, fue horrible dejarlo ahí, como me miraba, como me daba besos, en ese momento me hubiera quedado ahí por él, en ese momento y siempre. 
Desde ese día he tenido un sentimiento de culpa horrible, sentía que le había abandonado y traicionado. He vivido 3 años con la duda de si estaría vivo o si lo habrían sacrificado porque nadie lo quisiera adoptar. Pero hoy de pura casualidad he descubierto que fue adoptado, que sigue vivo y que seguramente estará feliz en un hogar donde no le faltará de nada o eso espero. No puedo explicar lo que he sentido cuando me he enterado, una alegría inmensa acompañada de mucha nostalgia y muchas lagrimas a lo largo del día.
Me sigo sintiendo mal y desde que lo dejé me falta una parte de mí que nadie conseguirá llenar, pero si él esta feliz yo también...

Por eso quiero dar las gracias, no se a quien, pero dar las gracias. Gracias al destino que ha hecho que lo vuelva a "encontrar" y así saber que esta bien... y ojala pueda ponerme en contacto con sus nuevos dueños o por lo menos lo intentaré.